Lima en primavera siempre es un misterio, no sabré si por culpa del calentamiento o el oscurecimiento global, las partículas suspendidas en el aire con aliento a feromona, o mi precaria habilidad para asumir transiciones climaticas. El asunto es que me cae muy mal ese indeciso brillo solar mentiroso, que molesta la vista , pero no calienta. Brillo aparente de todo un sol , que por ratos no llega ni a 70 céntimos.
Y es asi que hoy me chorrea la nariz , voy por el tercer rollo de papel y a mi paso voy dejando resecas flores blancas pegoteadas con un flujo proveniente de mis mucosas nasales, que por cierto no tienen ganas de dejar de fluir.
¿y a quien le pueden importar mis mocos? , es una buena pregunta que me gustaría poder hacerles a aquellas personas que se dignan en comentar mi blog.
Porque esta pagina es tan libre y espontánea, como el descenso tibio que recorre esta nariz típica de los Quevedo, así decidí que sea este blog, abierto , libre y espontáneo; me lees o no me lees!
¿Cual sería el afán de comentar alguna cosa mas sobre este asunto?, no quiero descubrir América, o parecer que quiero descubrirla, encontrar respuestas irrespondibles o hallar la paz mundial, solo quiero - al igual que mi constipada nariz - dejar descender estas ideas que bien o mal son muy mías, y por momentos muy fastidiosas, ponerlas en este humilde blog para que dejen de dar vueltas por el éter de mis blandos sesos y respirar feliz... en cristiano: dejenme sonarme los mocos.
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