Atado a cada persona , de una cuerda invisible, se anudan todas las manías.
Mis manías son muchas, así que arrastro un quipu gigantesco de taras y hábitos: leer , dibujar, escribir, cantinflear, entre tantas mas, me hacen el tipo único que soy.
Uno de mis hábitos-taras es el de escribir cuanto cruce por mi desaforada mente, material hay de sobra en el mundo como para hacer millones de relatos, y no hay que saber mucho de literatura - mi caso - para poder asegurarlo.
Siempre ando con el nudo de mi principal tara -escribir- en la garganta , por ello algunas personas no me soportan cuando empiezo a hablar, suelo - sin intención lo juro - expresarme como si estuviera escribiendo ; algunas personas , tengo muy presente, gustan mucho del oírme mientras divago entre elucubraciones disparatadas que se me van ocurriendo sobre el verso, pero estoy seguro que a la gran mayoría NO.
Toda mi niñez y buena parte de mi adolescencia viví inconsciente de este defecto, nunca percibí el motivo por el cual la gente de mi edad prefería estar lejos de mi graciosa y eufemísticamente mal llamada "locura".
De mis épocas de infancia me viene el primero, el mismo que desapareció por completo en mis primeros años de universitario, dejé de ser "el pitufo" para ser simplemente "el loco", y es que en la medida que las hormonas te alteran, el comportamiento cándido se torna delincuencial, y el tranquilo avezado se desaveza, y pasa de las palabras a los hechos.
Desde mis primeros años de colegio, hacer cosas con las manos también se suma a mis hábitos ; dibujar fue y es , el mas importante de aquellos. Garabatear cada espacio vacío de mis cuadernos escolares siempre me resultaba un deleite: caricaturas , extraterrestres , aviones , experimentos e inventos, ojos y mi gran obsesión : las manos , en mi afán de buscar cualquier cosa que alejara mi mente del aburridísimo mundo que yo creía conocer de sobra por los libros.
Y es que hasta ahora mis hábitos-taras, son mis válvulas de escape, un buen libro solivianta el tener que soportar a gente estúpida y sus conversaciones banales, o dibujar, mientras algún profesor habla puras perogrulladas ; es la mejor forma que tengo de evitar salir corriendo de un salón de clases por temor a embrutecer.
Mis manías son muchas, así que arrastro un quipu gigantesco de taras y hábitos: leer , dibujar, escribir, cantinflear, entre tantas mas, me hacen el tipo único que soy.
Uno de mis hábitos-taras es el de escribir cuanto cruce por mi desaforada mente, material hay de sobra en el mundo como para hacer millones de relatos, y no hay que saber mucho de literatura - mi caso - para poder asegurarlo.
Siempre ando con el nudo de mi principal tara -escribir- en la garganta , por ello algunas personas no me soportan cuando empiezo a hablar, suelo - sin intención lo juro - expresarme como si estuviera escribiendo ; algunas personas , tengo muy presente, gustan mucho del oírme mientras divago entre elucubraciones disparatadas que se me van ocurriendo sobre el verso, pero estoy seguro que a la gran mayoría NO.
Toda mi niñez y buena parte de mi adolescencia viví inconsciente de este defecto, nunca percibí el motivo por el cual la gente de mi edad prefería estar lejos de mi graciosa y eufemísticamente mal llamada "locura".
Mi hábito de hablar como escribiendo, tratando de posterizar cada frase en los anales de la historia , me ganaron los apodos de pitufo filósofo - el mismo que solo tiene oídos para su propia voz, y que siempre termina expulsado de la aldea- y el de loco.
De mis épocas de infancia me viene el primero, el mismo que desapareció por completo en mis primeros años de universitario, dejé de ser "el pitufo" para ser simplemente "el loco", y es que en la medida que las hormonas te alteran, el comportamiento cándido se torna delincuencial, y el tranquilo avezado se desaveza, y pasa de las palabras a los hechos.
Desde mis primeros años de colegio, hacer cosas con las manos también se suma a mis hábitos ; dibujar fue y es , el mas importante de aquellos. Garabatear cada espacio vacío de mis cuadernos escolares siempre me resultaba un deleite: caricaturas , extraterrestres , aviones , experimentos e inventos, ojos y mi gran obsesión : las manos , en mi afán de buscar cualquier cosa que alejara mi mente del aburridísimo mundo que yo creía conocer de sobra por los libros.
Y es que hasta ahora mis hábitos-taras, son mis válvulas de escape, un buen libro solivianta el tener que soportar a gente estúpida y sus conversaciones banales, o dibujar, mientras algún profesor habla puras perogrulladas ; es la mejor forma que tengo de evitar salir corriendo de un salón de clases por temor a embrutecer.
Dibujabas a Pafo, lo recuerdas???....Alguna vez, en la épok del cole, me kedé con tu block en el cual estaban todos tus dibujos, entre ellos alienígenas masturbándose y Pafo haciendo pis jajajajajajaja
ResponderEliminarP.D. t mando un beso de E.C.N....cómo es eso??....no sé, supongo ke se parecerá mucho a uno de A.N.