2 may 2011

JC&IJ

Heme aquí, en este país confuso donde me toco hace ya mas de dos y casi casi tres décadas nacer, compartir y grabar como una huella en el entrecejo, la alegría y la tantas veces pena de ser peruano, pena ajena sobre todo, al ver cada vez mas gente jodida y verme a mi mismo elucubrando en el aire formas de hacer que "la cosa cambie", mas es que en estos trances de moscainmortaldad me surgen unas preguntas recurrentes: acaso solo yo veo las noticias? o mejor dicho, acaso solo yo las interpreta al antojo, apocalípticas?

Y vuelvo al tema que me envuelve... vuelvo al asunto que me apena, que me deja despierto y seco al sol de la incertidumbre mas certera... que chucha le pasa a mi país? mejoramos? empeoramos? o acaso esa no debe ser la pregunta - dudo y me autosaboteo - a lo mejor solo debería preguntar: que me pasa a mi? mejoro? empeoro? y me hallo al comienzo vertiginoso de esa provocativa senda de la renunciacion, que creo alguna vez tomaron los lunáticos que huyeron al monte y se desvistieron aullando a la luna primigenia, bendiciendo al silencio que les hablaba de Dios y de los misterios de la creacion, mientras cultivaban y amaban a la tierra y se olvidaban como se olvida un mal sueno momentos despues de despertar, de aquel dios que vive en una cuenta de ahorro y muere en cada gusto banal... pongo cara de serio, emito una sentencia grave y me digo entre el carraspeo y la risotada: Raul dejate de huevadas y piensa tal cual se supone se debe pensar... no todos podemos ser santos... menos tu! carnívoro y lujurioso como eres!!... a la vejez viruela!!

Luego apago la luz y rezo, y justo antes de dormir me digo en silencio: un día seré un mix entre jesucristo super star e indiana jones! Amen.